Las prácticas fraudulentas, efectuadas para obtener un beneficio, están prohibidas, es un delito tipificado en el código penal, que debe ser perseguido.
Para las aseguradoras solo se trata de rentabilidad, tienen el mismo criterio del grupo financiero al que suelen pertenecen: NUNCA PIERDEN.
Aunque los beneficios debieran fluctuar en relación con nuevas captaciones y conservación de la cartera, (Los actuarios han previsto la incidencia de la siniestralidad para el cálculo de las primas, y sus desviaciones serán cubiertas por el reaseguro y el coaseguro). No siempre es así, las aseguradoras tienen otros medios que positivarán la cuenta de resultados:
Combatir el fraude (por € invertido el ahorro es de 43 €).
Aumentando las primas.
Pagando menos de lo debido a los afectados.
Las Compañías de Seguros tienen multitud de recursos, incluso pueden permitirse obviar la producción y aumentar igualmente las ganancias, pagando menos de lo que deben, un coste que ya habían tenido en cuenta para el previo cálculo de las primas.
MANUAL OPERATIVO
Utilizan prácticas de apariencia ilícita, cuyo fin último es el ahorro. Lo que se persigue es reducir costes, rebajar las indemnizaciones, pagar lo menos posible cualquiera que sea la incidencia.
CONVENIOS: Los seguros han tomado “medidas para alcanzar un alto grado de eficiencia en la gestión de los riesgos“, lo habitual es que las aseguradoras presenten peritaciones de daños materiales, e informes, o efectúen tratamientos y diagnósticos de diversas patologías, (principalmente esguinces cervicales) efectuados en clínicas y médicos adscritos a convenio. Canalizar la asistencia, implica un recorte de gastos para las compañías, pues los centros sanitarios privados se vinculan con estas, a través de convenios de adhesión regulados por módulos que fijan una tarifa plana, a la que le es indiferente el tratamiento. Lo que provoca y desincentiva la realización de pruebas diagnósticas, reduce los días de rehabilitación,… En virtud de esa relación y bajo la única referencia sintomática del lesionado, se pautan “dudosos protocolos de tratamiento“, se redactan informes sin, o con confusos datos exploratorios, con síntomas referidos, etc., informes insustanciales y carentes de todo rigor “claros síntomas malas praxis”.
Consiguen la drástica reducción del importe de las indemnizaciones, ya que las cantidades a liquidar se calculan en función de los tratamientos (días de curación, secuelas, gastos médicos, etc.)
CAMPAÑAS CONTRA EL FRAUDE: Suelen usar el método de generar alarmas, término con el cual incitan a Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en concreto al G.I.A.T., (un grupo especial de la Guardia Civil creado para investigar delitos relacionados con el mundo del automóvil: falsificación de documentos de vehículos, atropellos con fuga, suplantación en exámenes de conducir), bajo el pretexto genérico de “padecer supuestos indicios de fraude continuado, siembran sospechas hacia Empresas o letrados que manejan determinados volúmenes, y repiten métodos (exagerar lesiones, uso de las mismas clínicas, mismos valoradores, mismos abogados…) como si de una trama se tratase”. Lo que da pie para iniciar las investigaciones, consiguiendo que analicen multitud de siniestros, bajo variables como roles de participación, vehículos implicados, tipo de lesiones, conductores… y hasta la asistencia legal y médica recibida por los lesionados. Sin cuestionarse que el método habitual de las Compañías de Seguros para tratar de incumplir sus contratos -en contraposición con los intereses de las víctimas- con maniobras destinadas a “atenuar los daños”, para lo cual utilizan las mismas clínicas, mismos valoradores, mismos abogados, mismos peritos… o los baremos, tarifas planas, etc. ¿supuestos indicios de fraude continuado cometido por los Seguros contra los afectados, como si de una trama se tratase?.
Según el ICEA, organismo encargado de realizar y publicar estadísticas del sector asegurador “Los importes reclamados a 30 compañías en el 2014, ascendieron a 586 millones de euros, finalmente resultaron procedentes 160 millones, un 27% de lo inicialmente reclamado” ¿El 73 % no pagado, fue debido al fraude, o producto de mala praxis y el regateo?
La imagen que se traslada a los asegurados, que empiezan a ser conscientes de que las malas prácticas nacen desde el mismo momento de la contratación, y terminan en la tramitación de siniestros. Me refiero a la ocultación de cláusulas o de pólizas, u obligar a utilizar material reciclado o pirata en una reparación, el rechazo del siniestro con absurdas excusas, la presión sobre centros concertados y peritos, el mensaje indirecto usado por las tarifas planas, o el abusivo precio fijado a los centros asociados. Sin menospreciar el uso sistemático del regateo en una indemnización económica… Todo lo cual produce impotencia y rabia a quien lo tiene que soportar y hace que la lucha con los seguras sea cada vez mas necesaria. Los afectados están en clara desigualdad, y cuando se da el caso de sufrir un siniestro, de forma automática las aseguradoras los clasifican de SOSPECHOSOS, la perfecta excusa para resistirse a pagar.
Los incumplimientos del contrato del seguro por parte de las compañías y sus insinuaciones, son muy numerosos, y tan graves o más, que la excusa invariable, de un pretendido fraude al seguro por parte de los usuarios, solo que no se publicitan.
La defensa especializada de los «legítimos derechos de los usuarios de un seguro», ejercida por letrados y Empresas cuyo campo de trabajo es brindar servicios de evaluación, asesoramiento y gestión de toda temática vinculada a los accidentes, especializados en la negociación extrajudicial, mediación y procesos judiciales relacionados con daños y perjuicios (materiales y lesiones físicas) y el estudio de las relaciones contractuales derivadas del contrato de seguro. Precisa de una operativa que pueda rivalizar con el potencial, el despliegue, y la red de resistencia que ejercen las Compañías de Seguros con las que tienen que lidiar. Cuando los seguros se enfrentan a casos bien armados, cuando se les exige que cumplan los contratos, y que liquiden las indemnizaciones adecuadas, o cuando se les presenta una batería de pruebas irrefutables y se les vence en los juzgados… De nada les sirve insinuar que las víctimas son lobos disfrazados, y mientras que ellos…, pretenden mantener la apariencia de mártires.
Desde finanservices hemos podido demostrar que nuestros clientes tenían razón, cuando los seguros pretendían regatear e incluso no pagarles…, se refleja en multitud de sentencias judiciales favorables.