Y nuevamente la película de siempre, en este caso accidente de 2016, con la nueva Ley, una ocupante, embarazada, que sufre diversas lesiones de consideración en la región cervical, siendo la responsabilidad clara del conductor de su vehículo, que impacta por alcance al que le precede, acudiendo a urgencias 24h. después del siniestro y presentando dolor de cuello y espalda, en aumento desde el accidente, apreciando el informe del citado servicio hospitalario diversos datos objetivos como son: “Contractura de musculatura paravertebral cervical posterior y ambos trapecios“, “Contractura de musculatura paravertebral lumbar posterior“, en Rx cervical: “Rectificación de lordosis fisiológica” y en Rx lumbar: “Discreta rectificación de lordosis fisiológica” a parte de mostrar otros síntomas como son “Movilidad conservada pero dolorosa de cabeza“, “Dolor a la palpación y movilización lumbar“, requiriendo de la administración de AINE y analgésico, diagnosticándole “Cervicalgia y lumbalgia postraumáticas“, precisando de la utilización de collarín cervical durante 5 días, diclofenaco durante 7 días, sirdalud durante 5 días y control por la mutua de su seguro de automóvil (llama la atención que te obliguen a ir a un determinado médico, ¿por qué el de la compañía y no cualquier otro médico que sea un poquito más imparcial?.
De todo esto parece lógico pensar que las lesiones son evidentes, tanto por las radiografías como por la palpación de los médicos, ¿o es que las contracturas aparecen por arte de magia?
Como su compañía no le termina de prestar la atención y a parte tampoco se fía mucho de ellos (¿va a decir la verdad frente a sus intereses quien me tiene que pagar?) decide ponerse en nuestras manos, acudiendo a un médico privado cuyo objetivo es únicamente su curación, siendo revisada cada 15 días, mejorando notablemente gracias a las 35 sesiones de rehabilitación que realiza durante 69 días, pero no logrando la curación deseada, quedándole dolores a nivel lumbar y cervical, valorables, cada uno de ellos de 1 a 3 puntos de secuela, siendo la valoración que le realizan más que prudencial, otorgándole 2 y 1 puntos respectivamente.
Ahora llegó la hora de reclamar amistosamente y esperar a la respuesta del tramitador o bien 3 largos meses, acorde al texto recogido en la nueva Ley de accidentes. Y la respuesta llega, a la semana, por vía telefónica, para no dejar constancia de la misma, (práctica ruin y chantajista de la compañía, o coges mi oferta o te hago esperar 3 meses…), oferta los 69 días, todos de perjuicio básico (entiende este señor que una chica embarazada, con collarín cervical y contracturas a nivel cervical y lumbar, tomando fuerte medicación puede realizar su vida normal, al 100% desde el primer día…), sin secuelas y sin hacerse cargo de la factura del médico ( que deberá pagar la perjudicada de su bolsillo), únicamente de la del fisio, el motivo: “que es una oferta amistosa, que todos tenemos que ganar“. Para que lo entendamos todos, le causan un daño del que no tiene culpa, le obligan a estar 69 días postrada, le quedan secuelas de por vida, le hacen incurrir en unos gastos más que considerables, la ley estipula claramente lo que se ha de pagar y la respuesta es que ¿o accedes a mi chantaje o no cobras? ¡Más que una compañía de seguros lo que parecen es una MAFIA!.
Hablando en plata, de 6.728,00€ que reclama a la compañía por indemnización y reembolso de los gastos, le ofertan 3.120,00€, saltándose la Ley por las narices y utilizando chantajes.
Lógicamente y al ser inaceptable dicha propuesta decide acudir al juzgado, a hacer valer sus derechos. Un gasto más, ¡el procurador!
Sentencia: 69 días de perjuicio moderado, 3 puntos de secuela, pago de todos los gastos médicos, intereses de demora y condena al pago de las costas a la compañía de seguros. (6.728,00€ de indemnización más intereses de demora más 2.000€ de costas).
Lo cual resulta lógico, no se puede negar lo evidente, pero ¿y si se hubiese fiado del seguro? La respuesta es simple, hubiese cobrado menos de la mitad de lo que legalmente le correspondía, otra sutil estafa de las aseguradoras.