Escándalos y corruptelas que podemos ilustrar a través de las obras de arte, armas, joyas, dinero en efectivo, tarjetas black… paraísos fiscales. Vinculadas a nombres que se nos hacen familiares, como el de Luis Bárcenas, Juan Antonio Roca, Julián Muñoz, José María del Nido, Francisco Granados, Adolfo Gacio, Sonia Castedo, Joaquín Rabasco, Jaume Matas, Narcís Serra, Fèlix Millet, Josep Maria Huguet, Antoni Herce, Fidel Pallerols, Vicenç Gavaldà, Enric Roig, Javier Rodrigo de Santos, Bitel Damià Vidal, Josep Juan Cardona, Lloseta Felipe Ferré, Miquel Nadal, Antoni Rebassa, Bartomeu Vicens, Francesc Buils, Eduardo Pascual, José Antonio Viera, Manuel Chaves, Magdalena Álvarez, María Antonia Munar, Dimas Martín, José Martínez Andreo, Urdangarin, Gerardo Díaz Ferrán…
El abuso de poder, la ausencia de ética y una desmedida codicia, están detrás de delitos cometidos contra el patrimonio histórico, contra el medio ambiente, contra la ordenación del territorio, delitos societarios, el fraude de subvenciones, Cohecho, prevaricación, sobornos, tráfico de influencias, revelación de secretos, malversación de caudales públicos, estafa, falsedad documental, fraude fiscal, blanqueo de capitales,expedientes fraudulentos de regulación de empleo, organización criminal o figuras como la del“partícipe a título lucrativo”. Términos cotidianos, que nos resultan tan habituales, como ver desfilar por los tribunales a concejales, alcaldes, presidentes regionales, diputados, senadores, y hasta un vicepresidente de gobierno.
Una avalancha de escándalos en toda la geografía española, desde espionajes entre políticos en Cataluña, pactos de silencio en torno al cobro de un 3% en comisiones para la adjudicación de obra, el caso Pallerois (desviación del 10% a cursos de formación), la trama urbanística del caso Pretoria, el caso Caric (Comisión de Ayuda a la Reconversión industrial de Catalunya), el expolio del Palau de la Música, hasta los procedimientos mafiosos del Clan de los Pujol.
En la Comunidad valenciana la asfixia financiera y económica, el saqueo de las arcas públicas, la gestión ineficiente, la implicación en financiación ilegal, en tráfico de influencias, en operaciones especulativas, en contrataciones irregulares, en el escándalo de inversiones de particulares sin riesgo avalada con garantía de beneficios ofrecida por la Generalitat. Caso de Terra Mítica; o el aeropuerto de Castellón; las adjudicaciones irregulares de la Gürtel, el caso Fabra, el desfalco de Emarsa; Imelsa, Cooperación, Brugal, Urdangarin, Camps…
Se puede seguir con En el caso Pokémon (sobornos operados en Galicia, Asturias y Cataluña); la Púnica (Madrid, Murcia, León y Valencia); la Gürtel (entre Madrid y Galicia a la Comunidad Valenciana); Los ERE y Mercasevilla, el caso Malaya, el caso Minutas; el caso canario del Complejo Agroindustrial de Teguise; la trama societaria que desvió dinero público del caso Nóos; El sobrecoste del velódromo Palma Arena; el amaño de las ITV en Cataluña… Y lo que estará bajo la manta
España adolece de corrupción estructural, que ha permanecido aunque los gobiernos ostentaran unas u otras siglas, no en vano ocupa el puesto 13 del ranking de corrupción política según la Comisión Europea, detrás de Malta, Bélgica y Francia.
¡VIVA ESPAÑA! “más de 2.000 personas imputadas en casos judiciales de corrupción”
Esenciales:
- Renovación
- Sensibilidad y educación en valores
- Transparencia efectiva
- Vigilancia y control
- Cumplimiento de presupuestos
- Leyes
- Eficiencia judicial